No es afuera, es adentro

No es afuera es adentro

Girl With a Balloon — Banksy

Necesitamos evitar que la temperatura media del planeta suba más de dos grados antes de que la vida en la Tierra constituya una catástrofe para buena parte de las especies que conocemos, incluida la nuestra.

La reciente convocatoria de Naciones Unidas en Nueva York para refrendar el Acuerdo de París fue el mayor encuentro de países en pos del objetivo tan declamado. Firmaron 175 líderes. Sin embargo, los compromisos voluntarios expresados por cada una de las partes -en caso de que cumplan acabadamente las promesas- no alcanzarán. Las proyecciones indican que, aun adaptando y modificando los estilos de producción, las temperaturas seguirán subiendo hasta unos tres grados. El resultado de ese grado por encima de las previsiones tiene un solo significado para los 8 mil millones de personas que seremos en una década: daños irreparables. Y si efectivamente la desdicha es el futuro que nos espera, también es dable razonar que las representaciones técnicas y políticas han sido un fracaso.

ph: Vladimir Kudinov

ph: Vladimir Kudinov

¿Qué haremos los ciudadanos? “Inundar las calles de todo el mundo expresando desagrado y acciones inmediatas”, pensaba ayer cuando el corresponsal del programa de radio en Europa enumeraba los infortunios que ya sufren muchos pueblos por la falta de agua o la degradación de los suelos. Pero esta mañana me levanté pensando que es tiempo de variar el camino. Necesitamos revisar la fórmula porque, antes que nada, debemos movilizarnos internamente. Cambiar el modo desaforado de producir y la adicción al consumo que nos enferma. Dejar de preguntarnos qué necesitamos para examinar lo que tenemos. Quizá sea un modo eficaz de enfrentar la oferta ilimitada de lo que sea: zapatillas, electrodomésticos, grageas sintéticas, snacks, mascotas, suavizantes para la ropa, aplicaciones para celulares y millones de ofrecimientos que, en nombre de la libertad de elección, nos tienen como rehenes.

Para los desafíos modernos resultará conveniente que estemos más activos que nunca. Desarrollar una interpelación integral y continua referida a nuestros hábitos, quehaceres y elecciones. Un abordaje transversal porque ya no alcanza con acciones aisladas que diluyen nuestras responsabilidades: ¿Qué estamos pensando, que la temperatura del planeta bajará porque los chicos junten tapitas?

ph: Linh Nguyen

ph: Linh Nguyen

Finalmente hará falta entrenarnos para ejercer una consideración ética ante todo lo que nos rodea y, en especial, por los más débiles de nuestra especie. Los más vulnerables no tienen responsabilidad en los excesos y sufrirán los peores efectos.

Necesitamos conmovernos y actuar en consecuencia. Esta es la gran movilización mundial que nos espera. No está en las calles, está adentro. En el espíritu y la esencia de cada uno.